El mantenimiento de los hospitales: su importancia
Seguro que has oído que «un hospital es una obra eterna». Cuando la construcción está terminada, ya se necesita el mantenimiento del hospital. Un hospital moderno debe ser una eterna obra de construcción y estar siempre en busca de reformulaciones y mejoras en su estructura.
Los hospitales son entornos complejos que requieren un cuidado especial en cuanto a su diseño, instalación de equipos y reparación de sistemas. Mantener el mantenimiento del hospital al día es clave para evitar reparaciones. Cualquier fallo debe solucionarse rápidamente para minimizar el tiempo de inactividad. Un simple problema en un equipo puede poner en peligro la vida de una persona.
Así, un hospital que tiene problemas regulares en su infraestructura puede representar un peligro para los pacientes y también para el negocio. Intercambio de aire, control de la humedad, equilibrio de la temperatura, esterilización del agua: todo debe funcionar a la perfección para minimizar el riesgo de infección para los pacientes.
Además, los hospitales tienen que funcionar las 24 horas del día, lo que aumenta la relevancia del mantenimiento preventivo para mantener la eficiencia y de las operaciones. Por lo tanto, es un error pensar que un hospital o una clínica sólo necesita personal médico cualificado: sin el apoyo de equipos en buen estado, la calidad de asistencia puede verse gravemente comprometida.
A continuación, conozca mejor el papel estratégico que desempeña el mantenimiento de los hospitales en el buen funcionamiento de la empresa.
¿Mantenimiento correctivo o preventivo?
En nuestro país, el mantenimiento suele ser entendido por los administradores de hospitales como una fuente de gastos y no como una forma preventiva que aporta seguridad y economía al hospital.
En Brasil predomina el mantenimiento correctivo, que es más caro y causa más molestias. El mantenimiento preventivo, más extendido en los países desarrollados, evita incidentes, accidentes e incluso muertes.
La prestación de servicios hospitalarios, a todos los niveles, depende totalmente de máquinas, equipos y sistemas. Desde la luz ambiental hasta ese instrumento tan sofisticado que se utiliza para hacer un diagnóstico o para algún tratamiento: el buen funcionamiento es esencial.
Y es que, según el sistema, cuando algo deja de funcionar por falta de mantenimiento del hospital, todo el establecimiento puede pararse durante horas hasta que se normalice la situación. Piensa en las consecuencias si el sistema de aire acondicionado, la distribución de oxígeno o las bombas que calientan el agua dejaran de funcionar durante la noche. Los procedimientos quirúrgicos podrían retrasarse y las situaciones de emergencia tendrían que ser redirigidas a otros hospitales.
El tiempo de inactividad, independientemente de su duración, simplemente no es una opción para los hospitales. Las reparaciones y el mantenimiento preventivo son cruciales, ya que es esencial que los equipos estén bien conservados y que se disponga de suficientes piezas de repuesto y consumibles para minimizar las posibles interrupciones.
Los costes y beneficios previstos al invertir en un elemento de equipamiento, así como el programa de mantenimiento, deben considerarse cuidadosamente en un plan de negocio. Invertir en equipos caros y luego no mantenerlos no mejora la productividad y los resultados del hospital, e incluso compromete la calidad de los servicios prestados a los pacientes.
Gestión del mantenimiento del hospital
La gestión del mantenimiento de los hospitales es esencial para satisfacer las necesidades de los pacientes y las normas de higiene y funcionamiento de los centros sanitarios. Cuando el hospital invierte en mantenimiento preventivo, se reduce el tiempo de indisponibilidad, se aumenta la vida útil de los equipos, se minimizan los costes evitables y se mejora la eficacia de los resultados del equipo médico.
Para hacer frente a las averías, también hay que contar con procedimientos y equipos que respondan rápidamente para realizar reparaciones y sustituir piezas defectuosas o desgastadas. Sin una planificación cuidadosa, es probable que los equipos no funcionen de forma óptima y que incluso queden completamente inutilizados. Cuando se producen problemas, es necesario registrar lo sucedido y analizar las formas de evitar que se repitan.
Compartir los conocimientos técnicos para el uso de los equipos también debe ser una práctica entre el equipo. Es importante asignar a una persona (o gerente) la responsabilidad de compartir estos conocimientos entre todos los usuarios y también con el equipo de mantenimiento y reparación. Con ello, es posible prestar un servicio de calidad de forma eficiente a las personas que más necesitan la asistencia sanitaria.
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