Lavandería de hotel: ¿interna o externa?
Ofrecer una experiencia única, con servicios de calidad y excelencia, es una de las grandes bazas para conquistar a los huéspedes. Por ello, el gestor debe ser muy prudente a la hora de decidir el método de prestación de determinados servicios. En el caso de lavar la ropa, por ejemplo, ¿qué sería más interesante? ¿Tiene su propia lavandería de hotel o una subcontratada?
Aunque no contribuya en gran medida al coste de la empresa, el sistema de lavandería es una parte importante de la buena reputación de un hotel. En sus habitaciones, los huéspedes esperan piezas limpias, estériles y confortables.
¿Tiene dudas sobre qué modelo elegir? Quédese con nosotros y conozca cuál es la mejor opción de contratación de servicios de lavandería para hoteles.
¿Qué hay que evaluar antes de elegir entre una lavandería de hotel propia o subcontratada?
Hay algunas reflexiones que debe hacer antes de elegir entre la lavandería interna o la externa. Una de ellas se refiere a la disponibilidad de los servicios y la entrega inmediata a los huéspedes.
¿Busca una lavandería que sólo atienda la demanda interna del hotel, lavando sábanas, toallas de baño, manteles y fundas de almohada, o también quiere ampliar los servicios a los artículos de los huéspedes?
Si la segunda opción es su elección, quizá mantener una lavandería le proporcione más agilidad, ya que el servicio se realizará en la propia empresa. En cambio, una lavandería subcontratada tendrá que recoger las prendas, lavarlas y devolverlas al hotel, lo que llevará más tiempo.
Ahora, vea lo que debe poner en la punta del lápiz antes de elegir entre una lavandería de hotel propia o subcontratada.
Evaluación de costes
Además de toda la maquinaria necesaria para poner en marcha una lavandería de hotel, el gestor debe tener en cuenta los demás costes que conlleva el proceso.
El agua, la energía eléctrica, la mano de obra cualificada, los productos para el lavado de las piezas y el mantenimiento de los equipos son algunos de los aspectos que deben evaluarse.
Como complemento a la gestión de las actividades, el equipo necesitará una supervisión total, preferiblemente llevada a cabo por un gerente que domine el segmento y esté atento a la calidad de los servicios.
Por otro lado, la contratación de una lavandería subcontratada reduciría estos costes y preocupaciones. Cuando hay un contrato, se hace responsable de toda la gestión de las actividades, desde la adquisición de insumos hasta la contratación y supervisión de los empleados.
Espacio disponible
La lavandería de un hotel requiere mucho espacio.
Es fundamental entender como espacio disponible aquel que no es realmente útil para el establecimiento, es decir, que no será utilizado de ninguna manera para actividades que generen ingresos.
Si su establecimiento no dispone de este espacio, optar por la externalización puede ser la mejor decisión. En estos casos, un sector dedicado puede satisfacer demandas más pequeñas, como las piezas únicas de los invitados.
Uso de los recursos naturales
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la lavandería de los hoteles puede convertirse en un gran villano del medio ambiente. Cuestiones como los equipos que consumen muchos recursos y los productos que no son biodegradables generan mucho ruido en la administración.
Aunque las lavanderías de terceros tienen protocolos sostenibles, no siempre es sencillo adoptar esas prácticas en un hotel.
Sin embargo, a la hora de externalizar el servicio, es importante conocer la estructura de la lavandería, los productos utilizados y, principalmente, su eliminación. Así, usted, como gestor, mantendrá su compromiso con el medio ambiente.
Demanda de lavado
Si su hotel lava pocos artículos, puede parecer inútil implantar una lavandería interna, ¿verdad? Al fin y al cabo, los costes de mantenimiento del servicio serán infinitamente superiores a la demanda.
A la hora de optar por uno de los modelos, haga un estudio del número de piezas que se lavan semanalmente, por ejemplo. De este modo, podrá visualizar las necesidades reales del hotel y tomar la mejor decisión.
¿Cuál es la mejor opción: tener una lavandería propia o una subcontratada?
Evaluando el perfil y las particularidades del negocio, así como las características de cada opción, ¿has llegado a una conclusión? Independientemente de lo que sea, cree un plan para la implementación del servicio.
En el caso de la lavandería de un hotel, su atención se centrará en la elección de los equipos, el análisis de los requisitos técnicos de la instalación y la elaboración de un flujo de trabajo que satisfaga las exigencias del negocio.
Si su opción es subcontratar el servicio, la mayor preocupación será buscar proveedores que se ajusten a sus expectativas.
Además de conocer personalmente a las empresas, conviene pedir referencias a otros clientes y prestar atención a cuestiones como los tiempos de entrega, recogida y devolución y, sobre todo, los estándares de calidad que propone el hotel a sus clientes. Estos conceptos deben ser seguidos por la lavandería asociada.
Comparando y evaluando los principales puntos de discusión entre las lavanderías subcontratadas y las internas, es posible definir el método que mejor se adapta a su hotel. En ambos casos, lo que realmente cuenta es ofrecer un servicio excelente que aporte valor al establecimiento.
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